Artículo
final
En este artículo final vamos a hacer un repaso de conceptos,
pero sobre todo las conclusiones que he sacado sobre los diferentes bloques que
hemos trabajado.
Sin duda lo primero que tengo que decir es que la literatura
en primaria es mucho más importante de lo que podría haber pensado en un
principio. Me he dado cuenta de que las competencias de esta materia
beneficiosas para los alumnos son cuantiosas, empezando por transmitir la
importancia de la lectura, pero para mí, sobre todo, el gusto por saber más y
discurrir alrededor de las historias que hemos compartido para llegar un poco
más allá en la capacidad intelectual de los alumnos.
Hablemos ahora más concretamente de cada bloque:
Bloque 1: Literatura infantil.
En este bloque he aprendido lo que es
la literatura de autor, que es una literatura para un público
determinado el niño y el adolescente, pero las necesidades de estos receptores
implícitos no la empobrecen. El niño es el inspirador y el reclamo, pero la
calidad literaria debe medirse con los mismos raseros que la literatura para
adultos.
A continuación, podemos diferenciar el
término “literatura” del de “paraliteratura”. La Literatura es
un arte que utiliza las palabras para manifestarse. Sabía de lo que significaba
literatura porque durante prácticamente durante toda mi infancia y etapas
educativas he leído mucha literatura, obras…, pero paraliteratura no tenía ni
idea de que era y cómo diferenciarla de la literatura “ordinaria”.
He podido conocer que para que un texto
sea considerado literario, ha de cumplir con las siguientes características:
·
Ha de
ser artístico.
·
La función lingüística
predominante será la función poética y se manifestará en el carácter
simbólico del lenguaje, el uso especial de las estructuras lingüísticas y la
utilización de tropos y figuras literarias.
·
Debe pertenecer a uno
de los tres géneros literarios: narrativa, poesía y texto teatral.
·
Ha de ser
un texto de ficción aun cuando esté inspirado en hechos reales.
Tampoco sabía lo que era “declamación” y
he averiguado que el arte de la recitación expresiva y el arte mímico que
le acompaña; es decir, la representación dramática de un poema. La declamación
es armónica y está muy relacionada con la comprensión del texto, memorización y
con la actuación. Declamar es decir el poema memorizado comprendiéndolo y
haciéndoselo comprender a los que escuchan.
Para reforzar todo lo aprendido en este
bloque, hicimos como primera actividad, el análisis de un libro literario para
niños de Primaria. Esto nos ayudaría en un futuro a saber escoger qué libros
pueden ser adecuados.
Al realizar esta actividad, he recordado
que en el colegio nos mandaban que nos leyéramos muchos libros, creo que lo que
más nos gustaba era que al principio no nos queríamos leer ese libro, pero
después los profesores nos decían que iba a venir ese escritor a hablar sobre
el libro y que nosotros íbamos a preguntarles cualquier pregunta que se nos
ocurriera. El autor que más me llamó la atención y que más me impactó fue Jordi
Sierra I Fabra y su obra “Frontera”, lo mejor fue que pudimos
conocerle tal y como era el mismo, nos lo tuvimos que leer en 5º de Primaria.
Me ha parecido muy interesante aprender a
seleccionar textos para que lean nuestros futuros alumnos. El vocabulario del
libro tiene que ser adecuado para la edad de los niños. La portada, las
ilustraciones y el tipo de letra, también creo que debe ser adecuado a los
niños a los que nos queramos dirigir en el futuro.
En cuanto a mi experiencia en prácticas,
me di cuenta de que, en todas las clases en las que estuve, que tenían que ver
con la hora de la lectura, me parecían muy monótonas ya que la profesora les
mandaba sacar el libro que tenían en la cajonera, y que era el que tocaba en
ese trimestre y se disponían a leer en voz alta un compañero mientras los demás
escuchaban o hacían como que lo hacían, porque yo observaba y la mayoría
miraban a otro sitio, cuando les tocaba no sabían por dónde iban. Lo que me
hace pensar que los niños les resultaba aburrida la lectura y sobre todo leer.
Para finalizar, en cuanto a mi futuro
docente, tener una idea clara de los libros que son adecuados para la edad con
la que estas en las aulas, eligiendo correctamente los libros que sean más
adecuados para ellos, que sean acordes a su edad, es estar al tanto de libros
que salgan y tener guardados algunos clásicos que nos pueden servir. También
estaría de acuerdo es que los futuros docentes hicieran más actividades con la
lectura, no solo leer en voz alta. Esto fomentará que los niños disfruten más
de la lectura y no les resulten aburridos los libros.
Bloque 2: textos folclóricos.
En primer lugar, desechamos de los textos
folklóricos las ``versiones originales de los cuentos´´, ya que estas no se
conocen. También eliminamos la idea de que estos cuentos son infantiles y con
mucho dolor en mi corazón, desechamos las versiones de Disney de estos cuentos.
Con estos tres aspectos eliminados, se
esfumaron las pocas ideas que tenía yo sobre los textos folclóricos. Fue mi
punto de partida para entenderlos, quitar las falsas ideas tan arraigadas en mi
pensamiento, especialmente a través de Disney.
Los cuentos folclóricos se definen por
tres características básicas:
·
El anonimato.
·
La oralidad.
·
La multiplicidad de
variantes.
Los textos folclóricos se han transmitido
a través de generaciones a través del boca a boca y cada persona que lo ha
contado ha añadido o eliminad algo, por lo que, aunque existiera una versión
original, esta sería imposible de adquirir, solo mantenemos versiones
modificadas cada una por su proceso de transmisión.
El mito, la leyenda y la fábula no se
consideran textos folclóricos, ya que se utilizan con carácter histórico o
educativo, pero estos tres tipos de texto no se consideran folclóricos porque
su finalidad puede diferir del puro entretenimiento. Esta es una diferenciación
que me ha sorprendido especialmente con la fábula, aunque más tarde he pensado
que la diferencia entre la fábula y los textos folclóricos es similar a la
diferencia entre la paraliteratura y la literatura.
Hablando de la transmisión, muchos de
estos cuentos no se han escrito nunca, por lo que mantienen su tradición oral.
Sin embargo, a lo largo de la historia han aparecido recopiladores y
adaptadores que han recogido muchos de estos cuentos. Para trabajar con estos
cuentos en el aula, usaremos a los grandes recopiladores como referencia, ya
que son los que han tratado de recopilar el cuento manteniendo lo máximo
posible su versión original, en contraposición a los adaptadores. Los Hermanos
Grimm, Charles Perrault o Hans Christian Andersen son buenos ejemplos
extranjeros y Fernán Caballero y Saturnino Calleja son igualmente ejemplares en
español.
Respecto a su estructura interna, estos
cuentos narran la historia linealmente con el formato de introducción, nudo y
desenlace (habitualmente feliz).
Sus temáticas tratan principalmente de los
intereses de sus receptores (el pueblo), por lo que representarán sus deseos
intrigas e ilusiones. Ejemplos de temas son las riquezas, viajes, persecuciones,
reinos sobrenaturales, amor, muerte y resurrección…
Es importante introducir estos textos en
el aula, ya que hacen sentir la palabra transmitida a lo largo de los siglos a
los niños. Esto permite una transmisión mucho más afectiva y de tú a tú, permitiendo
incorporar el cuento a su propia cultura. Este es el motivo por el cual se ha
de mantener su oralidad, independientemente del curso. Los textos folclóricos
son para contar, al contrario que los textos de autor. Sin embargo, los textos
folclóricos no son infantiles ni tienen el objetivo de enseñar a los niños.
Para poder trabajar con ellos en el aula, hay que adaptarlos para la correcta
aplicación en el aula. Sin embargo, con estas adaptaciones no hay que tratar de
simplificar el texto por facilitar su entendimiento, sino eliminar aspectos
morbosos y situaciones obsoletas con referencia especialmente a los personajes
femeninos.
Por desgracia, los cuentos folclóricos
tienen una mínima, por no decir nula, aparición en el aula. Aún no he visto
ninguna aparición de estos textos en mis prácticas ni en mi vida de estudiante
en el colegio. Creo que son interesantes para acercar la literatura al alumno y
permitir un diálogo sobre lo que han comprendido (denotativo), lo que harían si
fueran algún personaje o si lo que ocurre en el cuento se relaciona con algo de
su día a día (connotativo).
Esto último es precisamente lo que hemos
hecho en el trabajo de este bloque. Se trababa de elegir tres cuentos
folclóricos para leerlos en clase y crear una serie de preguntas que mencionen
el aspecto denotativo primero (sin ser muy específico ni ir a pillar) y el
connotativo después (como lo he definido en el anterior párrafo).
Este bloque me ha hecho consciente de qué
son realmente los cuentos folclóricos y su importancia tanto en la sociedad
como en el aula. Incluso me ha hecho consciente de que cuentos de mi infancia
son cuentos folclóricos, especialmente de los Hermanos Gimm; me ha llamado la
atención hasta el punto de comprar su recopilación de cuentos y clasificarlos
para su uso en el aula.
Bloque 3: Literatura española y educación literaria.
La educación literaria
tiene como objetivo en primaria establecer el primer contacto con la literatura
clásica, los libros y autores que son emblema nacional y debemos conocer como
cultura general, al menos. Obras y autores como El Quijote de Miguel de
Cervantes, Jorque Manrique con la Coplas a la muerte de su padre, o la poesía y
el teatro de Federico García Lorca pertenecen a esta rama de la literatura y
que es necesario que se conozcan.
A pesar de ser un
temario que se ve en profundidad en la educación secundaria, en primaria se
puede ir iniciando en los últimos cursos. Sin embargo, todos recordamos esas
formas tan características de impartir y estudiar la literatura clásica: de
memorieta conceptos y personajes de los que no se tenía ningún interés. Es una
lástima que se aborde de esta manera.
Como trabajo de este
bloque, hemos pensado abordar esta rama de la literatura desde el sentido
lúdico-didáctico. Una forma interesante de trabajar esta iniciación al
historicismo literario es a través de proyectos como monográficos o semanas
culturales, por las que a través de diversas actividades se conozcan las obras
y los genios de la palabra castellana.
El monográfico pensado
y recreado por mi grupo, incluyendo actividades comunes y otras individuales
únicamente desarrolladas por mí, fue acerca de la figura de Federico García
Lorca. Durante la semana realicé diversas actividades variadas, desde talleres
recreando la situación de la época, convirtiéndonos nosotros en escritores como
Lorca y viendo en el teatro una de sus composiciones dramáticas. Es muy
importante que en primaria se trabaje desde el sentido lúdico, ya que por éste
se vivenciará y se obtendrá un contacto cercano a las obras y los autores. Para
este tipo de proyectos, es muy importante planificar los tiempos y las
actividades que podemos hacer en función de los recursos de los que disponemos.
Debemos seleccionar, adaptar las actividades y el nivel de profundización con
atención, siempre en función de la edad y las características de los
receptores. No debemos ser demasiado ambiciosos y pensar grandes proyectos que
no podremos llevar a cabo, ya que finalmente los alumnos obtendrán una
formación incompleta y no una gran experiencia que recordar que les anime a
seguir adentrándose en este mundo. Los proyectos sencillos y bien ajustados se
basan en el encuentro entre los chicos y la literatura, posibilitando que
florezca la sensibilidad y el disfrute por este tipo de temas.
Durante las prácticas
del año pasado, tuve a oportunidad de presenciar cómo los niños de 6º
trabajaban la literatura clásica. Por grupos realizaron una búsqueda de un
autor de una época concreta. Todos los personajes dados a los grupos
pertenecían a la misma generación. Sobre una cartulina expusieron su vida y
obras, contando esto posteriormente al resto de la clase. Considero que fue una
visión bastante general de un movimiento del que no se trató en profundidad y
quedó como una visita a unos cuantos literatos, a mi juicio, sin relación.
Concluyo entonces, que
es preferible lo expuesto anteriormente, realizar una serie de actividades
lúdicas que sirvan como didáctica para conocer literatura clásica, pero de la
que se puedan llevar una experiencia provechosa y gratificante que garantice,
al menos, un acercamiento adecuado a esta rama de la literatura.
Bloque 4: Lectura literaria y animación lectora.
En
el bloque cuatro vimos la creación de textos con y para los
niños de infantil.
Dedicamos unas cuantas clases a ver distintos métodos de
creación de textos y las cosas que no se deben hacer.
Por ejemplo,
no se deben poner esquinas que pinchen ya que pueden ser peligrosas para niños
pequeños, ni anillas que se puedan abrir, ni cosas que puedan chupar y les
hagan daño… Y a medida que veíamos las cosas que no debemos hacer,
encontrábamos soluciones como redondear las esquinas, pegar las anillas para
que no se abran o utilizar materiales que no sean atrayentes para chuparlos
(como las chuches) ni que sean tóxicos.
Vimos que se
podían crear textos en prosa, en verso, dramáticos y
por último la creación de los libros.
Este bloque
fue más práctico que teórico (como en todos, pero en éste lo consideré más
notable) ya que la actividad a realizar era crear un texto de cada uno de los
tipos citados en el párrafo anterior, incluyendo la creación de un libro
siguiendo las pautas de qué hacer y qué no hacer y apoyándonos con los ejemplos
que Irune nos enseñó.
El resultado
fue muy satisfactorio y realmente útil para mí como futuro maestro, ya que me
di cuenta de que había más opciones a parte de sentarme delante de los niños y
leer sin más. Se ha abierto un mundo de posibilidades mediante las cuales podré
interactuar mucho más con mis alumnos y sentir que estamos haciendo algo
juntos, cosa que será buena para ellos, pero, por supuesto, también lo será
para mí.
Bloque 5: Creación literaria.
El
concepto de creación literaria en el aula requiere una nueva perspectiva de
aplicación, comenzando por redefinir la redacción y sus fórmulas de enfrentarse
a ella.
Redactar
es poner por escrito con coherencia y con cohesión. Esto no es un aprendizaje
que pueda aprenderse a través de la práctica sin ningún tipo de evaluación
sobre su estructura, como se hacer con normalidad en el aula actualmente, ni se
puede pretender mejorar la redacción del niño corrigiendo únicamente la
ortografía. Por desgracia, estos han sido los casos que me he encontrado en las
prácticas, donde se les decía un tema a los niños y a escribir.
Por
esto, hay una gran variedad de actividades en las que los niños pueden crear
textos haciendo juegos o, al menos, actividades amenas que les proporcionen un
feedback. Para empezar, tendremos que quitarnos de la cabeza siete aspectos que
tenemos muy normalizados actualmente en el aula y algunos de ellos me han
sorprendido al ver que yo los habría planteado de manera errónea muy
convencido.
·
No se aprende a redactar
leyendo, hay que enseñar en el aula y no vale una corrección ortográfica.
·
Errores comunes: Pedir
redacciones con un tema. No evaluar la originalidad. No poner
un ejemplo.
Este
es el apartado que más me ha sorprendido, siempre he visto cómo las redacciones
se piden con un tema como única referencia y son corregidos ortográficamente.
Visto con perspectiva me parece una salvajada, pero es verdad que lo tenía muy
integrado y es algo que agradezco conocer.
·
Resolver dudas del ejemplo
propuesto.
·
Preparar de antemano lo que se
va a escribir.
·
Evaluar individualmente.
·
Pedir autoevaluaciones
(introducir rúbricas sencillas en los primeros cursos).
En
conjunto, estos siete puntos dan un modelo bastante sencillo y atractivo para
el discente poder crear y dar rienda suelta a su imaginación.
El
proceso de creación de un texto ha de comenzar con una explicación de lo que
queremos obtener junto con un ejemplo, bien creado por nosotros o usando un
texto de autor (con las adaptaciones necesarias). Es muy importante dejar todas
las dudas aclaradas antes de pedirles que hagan la redacción.
Cuando
tengan hechos sus textos, que serán los primeros borradores del texto final,
procederemos a hacer una evaluación individualizada en la que recalcaremos sus
aspectos a mejorar y sus puntos fuertes. Se les puede pedir a algunos que
preparen su texto para leerlo en voz alta, y así hacer una corrección en voz
alta en la que los compañeros puedan opinar. Después de estas correcciones, se
les proponen vías de mejora de sus textos en función de lo que les ha faltado o
lo que pueden mejorar y se repite el proceso anterior.
Cada
vez que se pide mejorar un texto, se hará en un folio diferente, manteniendo
todos los pasos de la creación guardados y poder así notar la mejoría. Al final
tendrán todo guardado en su portafolio.
En
la actividad de este bloque tuvimos que hacer precisamente este proceso en sus
tres ramas, prosa, verso y arte dramático. Hay muchas actividades para poder
realizar en cada uno de estos estilos, permitiéndonos una gran variedad de
formas de hacer tanto este trabajo como nuestras clases en el futuro, algo que
considero que me será muy útil. Hasta este momento conocía métodos para
fomentar la redacción, pero ni siquiera los había considerado como tal, ya que
los había visto en mis prácticas y no había evaluado su potencial. Por
desgracia, en el aula tan solo he visto estos métodos para la creación de
listados (con conjuros, recetas…).
La
última parte de nuestro trabajo consistía en hacer físicamente uno de los
ejemplos propuestos en la actividad. Esta fue la parte que más interesante me
pareció sin duda, ya que me gustan los procesos creativos y me ha dado un ejemplo
factible de lo que puedo llegar a hacer en un tiempo adecuado para la
aplicación al aula.
Conclusión
Creo que en situaciones normales esta asignatura me
habría gustado mucho más de lo que he podido experimentar estos días.
He de decir que al tener que, al estar con el tiempo
un poco justo, me he quedado con ganas de profundizar en algunos temas como en
el de la creación literaria y en la animación a la lectura. Pero tengo por
seguro que investigaré sobre ello.
Me doy cuenta de que la literatura está muy maltratada
por nuestra educación, cuando es un elemento indispensable para que los niños
tengan una capacidad de discurrir mas allá de los propios hechos muy
importante. Me refiero a que un niño es capaz de hablar sin problema de cosas
muy cotidianas e incluso debatir sobre temas cercanos a ellos, pero con la
literatura quizás tengan una amplitud de miras tal que se puedan llevar a clase
temas muy importantes para la sociedad actual como por ejemplo el feminismo,
racismo y, por qué no, el maltrato machista.
Lo que creo que más me llevo es la sensación de
enorme responsabilidad que tenemos los maestros a la hora de llevar el material
literario al aula. Quizás por ello mi sensación ahora mismo es de irresponsable
por no haber podido estar al 100% en la asignatura este año, una pena.
Sin embargo, creo que he entendido por lo menos que
tengo que trabajar mucho para que los errores que cometieron con nosotros no se
repitan. Eso creo que es lo más importante.
Está muy bien, Mario.
ResponderEliminarEnvíame tu autoevaluación. Tienes el documento en Moodle.
ResponderEliminar